Peldaño a peldaño ascendían los vigías, paso a paso recorría la guardia la fortificación y toque a toque sonaban las campanas del reloj. Castillo e iglesia, plaza real y lugar de reunión de la población, San Félix de Vilac nos cuenta la historia de un pasado militar lejano y olvidado y nos enseña cuán ligados están los muros de las iglesias a su entorno y a su día a día.
Déjate guiar, sube a su campanario gótico, pasea por su antiguo patio de armas y no mires el reloj, solo deja pasar el tiempo… ¡Nosotros te guiaremos!