Rufina Monge, en vivo y en directo y sobretodo sin tapujos, nos muestra la realidad del día a día en su casa. Rufina, esposa del heredero y propietario de Joanchiquet, Sançi Aunós, sin televisión, sin marido y sin nadie que la pueda molestar, ha decidido dar un poco de alegría a su vida abriendo las puertas de su casa a miradas indiscretas… eso sí, con la mascarilla puesta y las manos desinfectadas para que nuestra anfitriona nos permita la entrada a su mundo particular.